Joya: AiR / Angela Gómez Perea / ESP

photo Simon Beckmann

Joya: AiR / Angela Gómez Perea / ESP

Mi estancia en Joya: un regalo.

Pasar una semana en el campo en un lugar tan bello y conectado con lo esencial, sin otra misión que sumergirme en la creación artística ha sido algo extraordinario.

No sólo por experimentar otra calidad, densidad y fluir del tiempo, si no por haber tenido la posibilidad de dialogar libremente (sin juicios externos ni internos) con un espacio tan bello, contendor de referentes esenciales y de una memoria antigua, custodiado por dos personas de gran sensibilidad.

La exploración de diferentes aspectos de mi trabajo en este contexto se ha dado como un continuo deleite. Dibujar y pintar al aire libre, observar el cielo y los cambios de luz, ser protagonista de la espectacular floración, experimentar el transcurrir de un día con todos sus matices… enfocar la atención en estas cosas tan importantes ha permitido que conecte con muchas preguntas y con respuestas que han surgido de forma espontánea. Un panorama más nítido, claro y bello se ha desplegado ante mi como una sencilla pero contundente ofrenda.

Quiero agradecer a Simon y Donna su cuidado, respeto y sentido del humor. El proyecto que han llevado a cabo en este lugar remoto de Almería es de un enorme valor y compromiso. También agradezco al resto de artistas que me han acompañado su generosidad, humor y sensibilidad.

Joya es una ‘perla de amor’ en forma de residencia artística en un lugar extraordinario abierto a la creación, la belleza, la calma y la consciencia.

Vuelvo feliz a Madrid con impulso renovado para continuar desarrollando mi trabajo creativo.

Ángela Gómez Perea

Simon Beckmann